Varita mágica que sirve para 1) revestir de “legalidad” el gasto ilegal (¡oh paradoja!) que muchos candidatos realizan en campaña; 2) hacer reír a los candidatos ganadores; 3) sacarle urticaria a los candidatos perdedores; y 4) dar sustento a las familias de los contadores de la Unidad de Fiscalización del INE. Si no fuera por esto último, sería un despropósito total.